La última semana de enero el alumnado del CEIP Santiago Apóstol tuvo la oportunidad de asistir a la actividad de esquí. En este caso, novedad para nuestro centro, además del alumnado de 5º y 6º, también se unieron alumnas de la clase de 4º. Compartimos a su vez la actividad con los centros educativos de Robres, Lanaja y sus localidades anexas.
La semana comenzó con dudas, ya que el lunes se suspendieron las clases de esquí por la copiosa lluvia que cayó durante todo el día, pero poco más tarde la suerte se puso de nuestro lado porque a partir de la noche del lunes al martes comenzó a nevar, y de hecho no pararía de hacerlo hasta el viernes, por lo que pudimos recuperar esas clases de esquí durante el resto de la semana.
El día a día habitual incluía 2h de clase por la mañana y 1h por la tarde. Solíamos llegar de los primeros a la estación, para coger el material y prepararnos para las clases. Algún día se abría una ventana de luz y podíamos contemplar la majestuosidad de la montaña nevada. Cuando acababa el cursillo, teníamos un rato de esquí libre. Después de comer, volvíamos a clase y después podíamos disfrutar de otro rato de esquí hasta que prácticamente cerrara la estación. A veces hacíamos juegos en las laderas de la misma (con trineos o tiro con arco) y otras veces volvíamos al albergue a realizar otro tipo de actividades. Por ejemplo, un día hubo concurso de muñecos de nieve y chocolatada, otros días
juegos de mesa, otro día salimos a comprar recuerdos…
Además de ser una semana de aprendizaje, también es de convivencia, y el alumnado aprende tanto a ser responsable como a ser autónomo, ser capaz de organizar sus cosas, el material necesario, etc…Y entre ellos y ellas se ayudan, comparten momentos de alegría, de risas, situaciones de reto y obviamente también se relacionan con otros alumnos y alumnas de poblaciones cercanas.
Es una semana que se vive intensamente y una experiencia que se llevan en el recuerdo.
Y nosotros estamos encantados de compartirla con ellos.
